Desde el punto de vista biológico, los minerales son componentes inorgánicos esenciales que se encuentran en los alimentos y que juegan un papel muy importante y multifuncional en las células, por ende, en la salud y bienestar.

Las principales funciones de los minerales en el organismo son:

• Reguladora: Como su nombre lo indican regulan la transmisión neuromuscular, la permeabilidad de las membranas celulares, el balance hidroelectrolítico y el equilibrio ácido-base.
• Estructural: Porque proporcionan la rigidez, dureza y estabilidad necesaria para un correcto funcionamiento de los tejidos como hueso, cartílago y dientes.
• Actividad catalítica: Es decir que provocan un proceso o una reacción acelerada en las enzimas y en la absorción de los compuestos biológicos activos.

Al ser componentes de sistemas enzimáticos permiten que se pueda regular el metabolismo, la contracción muscular, el sistema nervioso, la coagulación de la sangre, etc. Por todo ello, el mantenimiento de una concentración normal de minerales en los líquidos corporales es vital para el correcto funcionamiento del organismo.
Las necesidades diarias de minerales son muy pequeñas, sin embargo, su deficiencia puede ser el principio de un sinfín de enfermedades. El consumo de cantidades suficientes de minerales hace a los organismos más resistentes a enfermedades ordinarias.

Los microminerales son componentes esenciales y específicos de la estructura de numerosos metaloenzimas, que coordinan un gran número de procesos biológico, lo que los hace componentes esenciales para el mantenimiento de la salud y el rendimiento productivo de los animales. Aunque actualmente se conoce que los tejidos de los animales contienen cantidades de microminerales, estás proporciones pueden variar, por distintos factores. Por eso es clave que, para mantener la salud y el bienestar del animal que se le dé un uso correcto a la nutrición mineral
de los animales.

SÍNTOMAS POR DEFICIENCIAS DE MINERALES

Debido a que los desórdenes de nutrición mineral van desde las deficiencias hasta los tóxicos caracterizados por signos clínicos marcados, cambios patológicos, estado deficiente de los animales y bajo crecimiento muchas veces confundido con deficiencias de energía proteínica y ataque de parasitismos, se hace evidente que afectan los animales con una gran proporción. A eso se le agrega que las manifestaciones producidas por una deficiencia en minerales son bastante inespecíficas por lo que podría confundirse con otras patologías:

•  Crecimiento retardado.
• Pérdida de apetito.
• Menor resistencia a enfermedades.
• Disminución de la producción.

Por estas razones si la deficiencia no es intensa es muy difícil diagnosticar cuál es el mineral que la produce. Lo que hace más necesario contar con una alimentación balanceada y rica en minerales que reduzca el riesgo del animal en presentar deficiencias.